La prefectura de Nagasaki está ubicada en la región de Kyushu y su ciudad capital lleva el mismo nombre. Fue fundada en 1571 por unos mercaderes portugueses. Tiene una población estimada de 446.007 habitantes y una densidad de población de 1.100 personas por km². La superficie total es de 406 kilómetros cuadrados.Nagasaki es un lugar de encuentro y mestizaje de diferentes culturas, como la portuguesa, holandesa, china y, por supuesto, la japonesa.
Historia
Durante muchísimo tiempo fue el punto de conexión entre Japón y Europa. A través de sus puertos llegaron al país mercancías como el tabaco, el tempura, los bizcochos, nuevas vestiduras, entre muchas otras cosas más, como por ejemplo, la religión cristiana que, posteriormente, sería prohibida en todo Japón hasta la llegada de la era Meiji en 1868.
La prefectura de Nagasaki desde los años 1500 ha tenido una larga historia con el cristianismo siendo, hoy en día, uno de los pocos lugares donde esta religión tiene algún peso en la vida de los residentes.
Actualmente, Nagasaki tiene un gran barrio chino y varias iglesias católicas. A pesar de su gran historia llena de cultura, la mayoría de las personas recuerda a la prefectura de Nagasaki, porque en su ciudad principal se lanzó la segunda y última bomba atómica.
Parque y museo conmemorativo de la paz
Uno de los lugares más conmovedores de todo Japón, justamente se localiza en Nagasaki, a pocos metros del museo de la bomba atómica, en el “parque de la paz”, en japonés conocido como ”heiwa koen”, que conmemora a las víctimas del bombardeo atómico.Construido sobre lo que antiguamente fue una prisión, el parque ofrece una maravillosa vista y lleva al visitante a reflexionar sobre la importancia de la paz, no sólo en Japón, sino en todo el mundo.
En el centro del parque se encuentra el ícono de la prefectura de Nagasaki, la estatua de la paz, esculpida por Seibo Kitamura. Tiene 10 metros de altura. Con la mano derecha apuntando hacia el cielo, hace referencia a la todavía amenaza de las armas nucleares, mientras que con la mano izquierda extendida simboliza la paz eterna. Muy cerca del epicentro de la explosión, se encuentra el Museo de la Bomba Atómica.
Un lugar que, tanto para los turistas extranjeros que se encuentran en Japón como para los locales, es una visita muy importante. Lo que sucedió los días 6 y 9 de agosto de 1945 no debe repetirse nunca jamás y, este museo explica detalladamente el por qué. Al entrar al museo, un pasillo en espiral hace pensar al visitante que va retrocediendo en el tiempo, desde la actualidad hasta 1945.
Lo primero que se encuentra es un reloj paralizado que marca las 11:02, hora exacta en que estalló la terrible bomba. El museo es totalmente pacifista y reza porque esta tragedia no vuelva a ocurrir. Vale reiterar que para proteger el futuro hay que saber lo que sucedió en el pasado.
Una ciudad de paz
A pesar de toda la miseria y destrucción que dejó a su paso la bomba atómica, después de la guerra la ciudad empezó, poco a poco, a reconstruirse y, hoy en día, es una de las ciudades más bellas e icónicas de Japón, teniendo un sin fin de lugares hermosos y liderando al mundo hacia una eterna paz mundial. Al viajar a Japón, visitar la ciudad de Nagasaki es imprescindible.
Es una ciudad hermosa, pacífica, llena de diversión, cultura, con comidas deliciosas y, sobre todo, llena de paz. Nagasaki es la puerta de Japón al mundo, así que debe visitar esta maravillosa prefectura. Conocer Nagasaki significa descubrir un mundo nuevo.
